Desarrollo local y de la economía popular y solidaria

Problemática

Falta de inversión en programas de acogida a niñas, niños y adolescentes, programas de reinserción laboral a madres y padres solteras/os y programas de planificación familiar.

Propuesta

Implementar programas sectorizados orientados a fomentar el desarrollo local y la economía popular y solidaria a escala barrial y con enfoque escalable, que fomenten el cooperativismo familiar, feminista, diverso o direccionado a sectores vulnerables, a través de una metodología orientada a la capacitación y al fortalecimiento del tejido socio-organizativo y la identidad local, acompañada de seguimiento e incentivos.

Esto, desde la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria, en colaboración con los GADs, la sociedad civil, academia y el sector privado.

Metas O.D.S.

1.4   Para 2030, garantizar que todos los hombres y mujeres, en particular los pobres y los más vulnerables, tengan los mismos derechos a los recursos económicos, así como acceso a los servicios básicos, la propiedad y el control de las tierras y otros bienes, la herencia, los recursos naturales, las nuevas tecnologías y los servicios económicos, incluida la microfinanciación.

1.5   Para 2030, fomentar la resiliencia de los pobres y las personas que se encuentran en situaciones vulnerables y reducir su exposición y vulnerabilidad a los fenómenos extremos relacionados con el clima y a otros desastres económicos, sociales y ambientales.

1.b   Crear marcos normativos sólidos en el ámbito nacional, regional e internacional, sobre la base de estrategias de desarrollo en favor de los pobres que tengan en cuenta las cuestiones de género, a fin de apoyar la inversión acelerada en medidas para erradicar la pobreza.

Pilares G.A.

Participación ciudadana y colaboración.

Argumentos

  • En Latinoamérica contamos con contados ejemplos de fortalecimiento de cooperativas a escala barrial, aún así fueron estos espacios los que permitieron la supervivencia de muchas familias y asociaciones durante la pandemia. Un ejemplo: en Argentina contamos con «La Casa de las Mujeres y las Disidencias» que se constituye como un espacio seguro para vecinas cisgénero y transgénero que han sufrido violencia, y que ha canalizado modos de trabajo cooperativo para que estas mujeres se activen laboralmente de forma segura. Trasladar estas realidades al Ecuador, un país con altos índices de violencia machista, generaría oportunidades para cambiar la realidad de muchas mujeres en estado de vulnerabilidad.

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